Cierto es que las imágenes que nos entran por los ojos pueden valer en publicidad su peso en oro.
Pero… ¿y el sonido?
Es algo de lo que no siempre se suele hablar a la hora de realizar una propuesta, pero que muchas veces es fundamental para el recuerdo. Porque un sonido en concreto, o un jingle, pueden servir para alcanzar el éxito en determinada campaña.
Y es que no sólo la canción o los sonidos secundarios son claves, sino que toda su estructura, tono, ritmo, etc. influyen en la percepción del producto o servicio.
No es igual una música para un spot con graves y de ritmo lento que algo más rápido y alegre.
Muchas veces la música de un anuncio transmite mensajes paralelos a lo visual, complementándolo hasta puntos insospechables.
Puede que no se recuerde un anuncio de campaña del Partido Popular, pero todo el mundo conoce su música; o el famoso «chihuahua» de Coca Cola.
Y eso vende marca!
También está el poder de masas por parte de un artista. Si un artista sale cantando, o simplemente aparece su canción, ese producto va a calar entre sus fans con mayor profundidad de lo que podría haber sido sin ese tema o esos sonidos. Y eso puede interesar!
Y a veces es básico adaptar una campaña a un target determinado… y eso con la música se puede conseguir de una forma excepcional. Porque hay generaciones y generaciones, y todas tienen y han tenido «su música».
Porque la música en publicidad… también es muy importante!
